Enrique Salgueiro hace balance tras ganar el Díptico de Galicia y la segunda etapa de la Vuelta a Zamora

El pasado fin de semana se disputó por las carreteras de la provincia de Pontevedra el Díptico de Galicia, una prueba que se celebra en dos jornadas, en la cual Enrique Salgueiro se proclamó vencedor absoluto tras ganar en la jornada del sábado el Trofeo Vilas de Pontevedra, una carrera disputada en línea sobre 141 km, mientras que el domingo en el Trofeo Ciudad de Vigo terminaba cuarto en un circuito de casi 10 km al que se daban 11 vueltas completando 106 km.
El ciclista redondelano venía también de vencer la semana anterior en la segunda etapa de la Vuelta a Zamora, en la cual terminó cuarto de la clasificación general después de finalizar en las cuatro jornadas disputadas siempre entre los diez mejores.

Sobre este excelente rendimiento en esta segunda parte de la temporada, Enrique Salgueiro dice que “después de una lesión me están empezando a salir de nuevo las cosas bien. No me puedo quejar, ya que estoy consiguiendo victorias importantes en las carreras donde participo. Ya desde Sevilla noto una mejoría, allí estuve disputando la general igual que en León y Zamora, donde conseguí triunfos parciales en etapas, pero ahora por fin gano una general y también una etapa en el Díptico de Galicia. Aún por encima ha sido en casa, no me quejo, ¡qué mas puedo pedir!”.

Sobre la victoria en el Trofeo Vilas de Pontevedra comenta que “fue una victoria muy peleada, llegué a pensar que se me iba la carrera en un corte de cuatro corredores donde iba Ángel Vallejo (Super Froiz) con una ventaja de 2m 30seg, pero no me lo pensé y lancé un ataque a por todas. Sólo me siguió Moisés Dueñas por detrás, también del Super Froiz, por lo que está claro que no colaboró hasta que di caza al cuarteto. Luego sí hubo un buen entendimiento entre los seis corredores e hicimos camino hasta la base del último puerto, una subida corta pero con mucha pendiente donde nos atacamos. Allí, por fortuna, conseguí la victoria con un ataque a 300m de meta llegando en solitario”.

Ya en el Trofeo Ciudad de Vigo pudo salir más tranquilo, “aunque no así para mis compañeros que han estado trabajando toda la carrera para neutralizar la escapada del día y dejarme la carrera como planeamos. Ataqué varias veces de cara a meta pensando en rematar ese trabajo tan duro y poco reconocido desde fuera, pero no desde dentro. Al final fui 4º en el sprint que me valió para poder conseguir el triunfo en la general y también mi vigésima victoria con los colores del Extremadura-Spiuk en cinco temporadas”.

De cara a lo que resta de temporada hará alguna carrera más de preparación para ir a la Vuelta a Salamanca, antes de afrontar la Vuelta a Extremadura, que para el equipo es una de las pruebas más importantes del año y a la que intentaré llegar en las mejores condiciones.